¿Por qué tienes esa idea de que tienes un hijo y se acaba el mundo?
Joder con el tiempo.
¿Oyes el tik tak en tu cabeza? Quizás tu no, pero la mayoría de la gente a la que le cuentas tu futura paternidad, parece que sí.
- ¡Corre que se agota! ¡Tu vida va a desaparecer!
Vivimos en una sociedad obsesionada con ser más productivos: tienes que aprovechar el tiempo todo lo que puedas... y claro, esto choca frontalmente con la idea de incluir un sujeto que va a robarte tiempo y obligarte a salir constantemente de tu zona de confort.
Muy bien acostumbrados, vivimos en pareja, viajamos por el mundo, vemos Netflix, cenamos fuera todas las semanas, hacemos escapadas con amigos, etc... Y llega un bebé para “reventarte” el plan...
A tí y a tu pareja.
¿Y qué significa esto?
Pues que ahora tienes que usar tu tiempo para atender las necesidades de una persona totalmente dependiente de ti y de tu chica.
Hasta aquí nada nuevo (o eso espero, no creo que seas tan despistado).
A donde quiero llegar es que cuanto más nos acostumbramos a nuestros momentos de placer, cuanto más acomodados nos encontramos con nuestro tiempo... más nos puede llegar a costar desprendernos de él para invertirlo en otra personita.
Pero tranquilo, que de esto no tienes la culpa únicamente tú.
El sistema / sociedad / entorno o como lo quieras llamar tiene mucha responsabilidad.
Nos han cableado para que pensemos en la gran importancia de estar siempre ocupados, productivos y usando nuestro preciado tiempo para satisfacer nuestras necesidades personales.
Porque yo lo valgo.
Olé tú.
Nos apremian tanto con aprovechar la libertad que nos hacen creer que si tienes un hijo te tienes que olvidar de tu vida...
¡Pero eh! Escucha... no te preocupes de como te lo roba una red social o una nueva serie de moda que tienes que ver para saber de que hablar con tus compañeros de trabajo.
De ahí que se instale la idea de que antes del nacimiento, tu reloj-vital empieza una cuenta atrás hasta ponerse a cero.
Tik
Tak (no digo Tok para evitar el chiste fácil que ya somos mayores y de paso, evito que pienses en más RRSS)
A partir de aquí... ¡BOOOM!
Adiós a tu vida tal y como la habías conocido.
Despídete de tus horas de soledad o en compañía para hacer lo que te salga de los cojones.
La gente está muy equivocada. Más adelante te explicaré por qué.
Lo que te quiero transmitir hoy es que hay que tener mucho cuidado con los mitos o pensamientos colectivos ya que pueden modificar tu marco de pensamiento de forma equivocada.
Condicionarte y generarte una imagen equivocada de la paternidad.
Ni se acaba tu vida, ni dejas de ser menos importante, ni tus sueños ya no se cumplen, ni ná, de ná, de ná...
Ná de ná...
- Ya verás cuando vayas acumulando capítulos sin ver de esa serie que te gusta tanto y los hayas sustituido por noches sin dormir...
Cuñado Dixit
- O cuando no puedas hacer planes para irte de cena con amigos porque tu bebé ha decidido que es más agradable pasar horas en Urgencias...
Cuñada Dixit
Mi respuesta siempre es:
¿Y?
A la gente le encanta hacer de sus vidas un compendio de lecciones aplicables a otras vidas, entre otras, la tuya. Unos lo disfrazan de consejos, otros de cuñadismos ilustrados y otros de “bien común”.
Todo exige un sacrificio y la pregunta que te recomiendo hacer es...
¿Estoy preparado?
(Lo de que si estás dispuesto, ni te lo pregunto porque doy por hecho que si te has metido en el fregado es porque la respuesta es afirmativa. )
Mentalmente nos podemos preparar, pero está claro que hasta que no te enfrentas a la realidad, nunca vas a saber hasta donde están tus límites o tu capacidad de sacrificio.
¿Eres paciente?
¿Seguro?
Te doy unos segundos más para que le des una re-pensada.
¿Cuál es la capacidad de aguante que tenéis en casa para gestionar las crisis que vayan sucediendo: sueño, lactancia, cansancio, stress... ?
La buena noticia, o lo que nos dice la genética al menos, es que estamos diseñados para saber soportar todo esto... Y mucho más. El cuerpo humano es muy resistente y llevamos siglos de experiencias similares acumuladas en nuestro ADN.
Solo hace falta recordárnoslo a menudo. Nuestros genes llevan acumulada la experiencia de nuestros padres, abuelos, bisabuelos…
Entonces... ¿cuál es el problema?
Pues lo que te decía antes: que el tiempo y el yo, yo, yo... son variables que ahora actúan como estándares de la sociedad actual y que la capacidad de sacrifico brilla por su ausencia...
He conocido parejas que han tenido un bebé y su mayor problema no era la crianza, sino el no poder ir al gimnasio, hacer ese viaje o no tomar una copa de vino porque había que dar el pecho.
¿En serio?
Más ejemplos...
Si lo piensas bien, ¿por qué existen tantos productos para bebés?
Joder, es horrible.
¿Para qué coño queremos tantas historias?
Pues te lo voy a decir: para tu comodidad y para la de tu pareja.
Para la del bebé, no.
La criatura solo necesita a sus padres.
A tí papá.
A tí mamá.
Y vuestro amor.
Ni más... Ni menos.
Pero claro, renunciar a series, viajes, cenas y... ¡oh! el móvil... Esos placeres de la vida... Esos símbolos de status y éxito... Eso sí que es jodido y no todo el mundo quiere o está preparado.
¿Lo estoy yo? No lo se, ya te diré la ostia que me da la vida cuando nazca mi hija.
¿Lo estás tú?
Te diré una cosa.
Tengo un sistema.
Un método que ayuda a prepararse mentalmente y te adelanto que está ligado a salir de la zona de confort.
Algo que te ayudará a ser más resiliente y estar más preparado para gestionar tu tiempo.
Que te facilita tener la mentalidad adecuada en todo momento y que ayuda a centrarte en lo más importante: tu familia.
En el próximo post te lo cuento,
Hasta entonces,
Jose